lunes, 3 de enero de 2011

LA LÁGRIMA

La lágrima. The tear, Lord Byron (1788-1824) Cuando el amor o la amistad debieran el alma a la ternura, y ésta debiera aparecer sincera en los ojos, podrán los labios engañar fingiendo una sonrisa seductora y falsa; pero la prueba de emoción se muestra en una lágrima. Una sonrisa puede ser un artificio que el temor encarna; con ella puede revestirse el odio que nos engaña; mas yo prefiero para mí un suspiro cuando los ojos, expresión del alma, se oscurece por un momento con una lágrima. El hombre surca el desconocido Océano con el hálito del viento que lo arrastra, entre olas bramadoras que se alzan; se inclina, y en las olas tempestuosas que terribles sobre su nave avanzan, mira el abismo, y en sus aguas turbias mezcla una lágrima. En la carrera de la noble gloria, el valiente capitán se afana por ganar con su muerte una corona en las batallas; pero levanta al que postró en el suelo y sus heridas piadoso baña, una por una, en el sangriento campo, con una lágrima. Y cuando vuelve, henchido de ese orgullo que hace latir el pecho que avasalla; cuando teñida en enemiga sangre cuelga su espada, la recompensan todas sus fatigas al abrazar a su consorte amada, al darle un beso en sus mejillas húmedas con una lágrima. Dulce mansión de mi niñez perdida, donde la sinceridad y la amistad gozaba; donde en medio del amor vi deslizarse las horas rápidas; yo te dejé con un hondo sentimiento, volví hacia ti mis últimas miradas, y apenas puede percibir tus torres detrás una lágrima. Aunque no puedo repetir, como antes, mi juramento a mi María adorada, a la que fuera en otro tiempo el fuego del alma, recuerdo los felices días en que, aún infantes, tanto me amaba, cuando ella respondía a mis promesas con una sencilla lágrima. ¿En otros brazos puede ser dichosa? ¿Conserva el recuerdo de su edad pasada? Mi corazón respetará ese nombre que tanto amaba. Y así dije adiós a mi esperanza loca, siempre, con una lágrima. Cuando el imperio de la noche eterna reclame para siempre mi alma; cuando mi cuerpo exánime repose bajo una lápida, si por ventura os acercáis un día donde mi triste sepultura se halla, humedeced apenas mis cenizas con una lágrima. Yo no ambiciono el mármol, monumento que la la vanidad levanta; manto suntuoso con que el necio orgullo cubre su nada; no darán sus emblemas a mi nombre el falso orgullo ni la gloria vana; lo que yo quiero, lo único que pido, es una lágrima. Muchos besos todas/os sigo queriendo a todo "kiskis" besos de ave....fenix...vuelve...

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