sábado, 1 de octubre de 2011

LOS VENTOLINOS!!

Existen en la mitología asturiana ―según ciertos autores― unos traviesos genios del aire llamados ventolinos que durante la noche revolotean por las aldeas, los bosques y los acantilados. Su función principal consiste en traer el rocío a las plantas y, a veces, en originar una fina lluvia conocida por los lugareños como “orbayu”. No obstante, realizan también otras tareas menos relacionadas con la naturaleza y más con lo humano. Cuentan, por ejemplo, que los ventolinos se cuelan en las casas mientras sus habitantes duermen, llegando a entrar en los propios dormitorios, y que cuando allí escuchan un suspiro de amor corren volando a llevarlo a oídos de la persona amada. Transportan, asimismo, las últimas palabras de los que mueren lejos a sus familiares. Además de esta labor de heraldos, hay quien les atribuye proporcionar inspiración a los poetas con tan solo posarles sus pequeñas manos sobre la cabeza durante el sueño. Sus acciones las llevan a cabo casi siempre de forma anónima, puesto que normalmente resultan invisibles para las personas adultas. Así que quien es despertado en la soledad de la noche por tiernas palabras de amor de origen desconocido, quien se ve estremecido por un leve lamento en el que reconoce a una persona ausente o quien a la mañana siente la cabeza llena de ideas, no sabe que se lo debe a la mediación de los ventolinos. La única ocasión en la cual se les puede vislumbrar es mientras atraviesan los rayos de luz de la luna. Son percibidos entonces como seres pequeños, de hermosas facciones humanas, y con unas alas transparentes a la espalda parecidas a las de silfos y céfiros. Solo los niños pequeños poseen la capacidad de verlos en cualquier situación, sea dentro o fuera de las casas. Con estos, los ventolinos tienen una afinidad especial, y dicen que en ocasiones se detienen a mecer sus cunas o a adormecerlos con cánticos de extraña melodía. Esta es, en definitiva, la idílica imagen que de los ventolinos dejaron los folcloristas del siglo XIX. Sin embargo, puede que no todo fuese tan bonito. A Ramón Sordo Sotres le contaron hace poco que ni su aspecto resulta tan angelical ni su actuación tan benéfica. Según esta versión, se trataría de espíritus que una vez fueron personas, con forma alargada medio humanoide medio semejante a la de una libélula, y que vuelan en grupos de tres o cuatro.
MUCHOS BESOS A TODAS/OS SIGO QUERIENDO A TODO "KISKIS" BESOS DE AVE...FENIX...VUELVE...

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